Los pensamientos influyen en nuestro estado de ánimo, hay muchas personas que están todo el tiempo quejándose, lamentándose, todo para ello es negativo y lamentablemente contaminan todo lo que les rodea y quienes les regodean. Dado que nuestros pensamientos determinan nuestros estados de ánimo, los pensamientos positivos pueden convertir nuestro estado de ánimo en uno energético y esperanzador, mientras que los pensamientos negativos incesantes y abarcadores pueden hundirnos en la desesperación y en la depresión.