(Vivencias de un pastor)
Ser feliz es el arte pintado en el horizonte histórico proyectándose hacia la eternidad. La felicitad se encuentra en medio de los quebrantos del espíritu y la palabra viva que se da en medio de mis soledades y silencios reflexivos y ante “El misterio tremendo” que nos encuentra porque nos ama.

(Photo by: Pixabay)
Dios es amor y por la acción del amor nos busca, aun en los sonidos indecibles. El Salmo veintitrés (23) nos dice en uno de sus versos:
“Me guiará por sendas de justicia por amor a Su Nombre”. < Salmo 23:6 >
El cantautor Ricardo Arjona, nos dice en su canción: “Dios es verbo no substantivo” para indicarnos la acción del amor que nos sugiere este verbo. Es texto bíblico lo afirma diciendo:
“Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también la consolación de Dios”. < 2: Corintios 1:5 >
Es por eso que el Apóstol Pablo dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. <Romanos 5: 8 >
Quiero demostrar una vez más que la felicidad no descansa en las cosas que tenemos. La felicidad es alguien y ese alguien es Jesucristo en nosotros; esperanza de gloria.
Hace algunos años conocí a un ingeniero mecánico, de origen panameño, quien estudió y trabajó en los Estados Unidos, dedicado por muchos años a la tecnología y a los inventos de manera muy exitosa. Un día no esperado fue quebrantado por la enfermedad de diabetes, afectándole la vista. Su mundo se le vino encima junto al descalabro económico, pero él entendía que su mundo no descansaba en las cosas sino en Alguien y ese Alguien era Jesucristo. Su refugio en la Palabra viva lo llevó a dar por basura el conocimiento ontológico (de la razón) refugiándose en el conocimiento epistemológico (de la fe) como dijera el Apóstol Pablo:
“Y Ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor; por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.” <Filipenses 3: 8-9
Ahora mi amigo, sintiendo la renovación del entendimiento, va renovándose en gracia y por gracia en el autor y consumador de su fe. Ahora camina hacia la transformación de su ser proclamado que está en Cristo y sellado por el Espíritu Santo.
“En el que también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuiste sellado con el Espíritu Santo de la promesa.”< Efesios 1:13>
Ahora bien, no ha de ser que no hemos de tener aflicciones. Mientras estemos en el aquí y el ahora padeceremos de ellas, pero Dios estará con nosotros.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mudo tendréis aflicción; pero yo he vencido al mundo.” <Juan 16:36>
“NO OLVIDEMOS QUE SER FELIZ NO ES ALGO SINO ALGUIEN”
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