Mi carácter impulsivo, me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día mi consejero, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso.

(Photo by: Unplash)
Y entonces me dijo: Estrújalo. Asombrado, obedecí e hice una bola con él papel.
Luego me dijo:
Ahora déjalo como estaba antes. Por supuesto que no pude dejarlo como estaba.
Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces mi consejero habló:
«El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste, será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel. Aunque intentemos enmendar el error, ya estará marcado».
Por impulso no nos controlamos y sin pensar arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos pero no podemos dar marcha atrás, no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos «arrugas» en muchos corazones.
Desde hoy, sé más compresivo y más paciente, pero en especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haría un valiente. Pide perdón y reconoce tu error.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda «el papel arrugado».
• «Hay gente cuyas palabras son puñaladas, pero la lengua de los sabios sana las heridas». Proverbios 12:18 —Reina Valera Contemporánea (RVC)
• «La cordura del hombre calma su furor; su honra es pasar por alto la ofensa». Proverbios 19:11—Reina Valera Contemporánea (RVC)
• «La respuesta amable calma la ira; la respuesta grosera aumenta el enojo». Proverbios 15:1 —Reina Valera Contemporánea (RVC)
Proverbios 10:14 «Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana».
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Fuente: Mensaje Renuevo de Plenitud por: Lic. Alfonso Contreras. (Venezuela)
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