Cuando emprendemos cualquier tarea entusiasmados con la idea de obtener la retribución que consideramos justa, regularmente damos formas específicas a lo que esperamos lograr. Fantaseamos con el momento en que se consume nuestro éxito y hacemos un esquema casi exacto de lo que será nuestra nueva vida.

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Esto no es negativo. Si bien es cierto que es sabio condicionar nuestra mente a metas específicas y así provocar la actitud necesaria para atravesar los procesos de manera exitosa, no menos cierto es que a veces el éxito no necesariamente llega a nuestras vidas exactamente como lo planificamos.
El ser humano evoluciona en todas las áreas de la vida, es necesario hacer ajustes diariamente. El mundo es cambiante y nosotros debemos acomodar ciertas áreas de nuestra vida a esos cambios y evolucionar con el universo para seguir siendo parte de él.
El éxito interno no consiste en evitar realidades difíciles, más bien es ser lo suficientemente sabios como para entender estas realidades y aprender a vivir con ellas, enfrentarlas y elevar nuestro nivel de pensamiento hasta que estas estén literalmente bajo nuestro control.
Hay ciertas disciplinas que requieren de un constante aprendizaje, nuevos descubrimientos y avances obligan a sus practicantes a mantenerse en un estado constante de alerta cognitiva. La vida no es la excepción. Es necesario aprender cada día, no aferrarnos a las cosas. Entender que nuestra realidad puede cambiar en cualquier momento y que mi responsabilidad es precisamente adaptarme a los cambios y sobrevivir.
La supervivencia es el más primitivo de los instintos, el más poderoso, es este el que puede convertir al hombre en una fiera salvaje. Nuestras habilidades crecen, poseídos de esta fuerza podemos hacer tareas inimaginables. Por eso cuando tenemos todo en contra es increíble el poder que puede salir de nosotros.

(Pedro Miguel Morales, autor)
Debemos decidirnos a triunfar desde la perspectiva de que el éxito consiste en sobreponerse a todo lo que se nos presente, aprender a sonreír, a perdonar, a amar, aprender a correr cuando nos sentimos fuertes y si es necesario avanzar arrastrándonos. Pero por sobre todo seguir.
Reaprender cada día es una de las decisiones más sabias que podemos tomar, de esta forma venceremos el estancamiento y caminaremos al paso de la vida, superando dificultades y creciendo.
Si nos abrimos a aprender lo que cada situación nos enseña, ellas mismas nos revelarán como vencerlas y de esta manera triunfaremos sobre cada una de ellas.
Referencias importantes
La Biblia:
Colosenses 3:10
Romanos 12:2
Frases ilustres:
“Cambio, es darse cuenta a tiempo de que la vida te hace todos los días nuevas preguntas y de que tus respuestas no pueden ser las mismas”.
– Vázques, D.R.D.-
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