Desde hace mucho tiempo se ha debatido el tema de las personas superdotadas. ¿Qué es una persona superdotada? ¿Cuáles son sus cualidades? ¿Qué la caracteriza? ¿Qué diferencia hay entre una persona superdotada y aquella que no la es?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a una persona superdotada como aquella que cuenta con un cociente intelectual superior a ciento treinta. Generalmente las personas superdotadas se caracterizan por aprender muy rápido y por tener una excelente memoria para lo que les interesa. Son altamente sensibles, muestran creatividad e intuición.

(Photo: Public Domain Wikipedia)
En el caso de los niños estos suelen empezar a caminar, leer, sumar y restar muy pronto y con poca o ninguna ayuda. Les gusta consultar libros de referencia, como diccionarios y enciclopedias. Son observadores, curiosos, investigativos. Hacen preguntas constantemente. Tienen muchos intereses muy variados, o uno o dos a los que dedican la mayor parte de su tiempo. Son muy independientes. Tienen excesiva cantidad de energía. Pueden sobresalir en una o más asignaturas, y rinden muy bien en la escuela si están debidamente motivados. Además, la mayoría de ellos cuenta con una capacidad de liderazgo única y particular.
En la edad adulta estas personas suelen dominar al menos una actividad que requiera alguna destreza, talento o habilidad especial. Muchos de ellos ejercen un control tan elevado de las tareas que realizan en su campo que llegan a ser llamados expertos.
No hay duda muchas personas exhiben y demuestran unas capacidades excepcionales en diversas áreas y campos. Por eso los expertos en los estudios del comportamiento humano los llaman superdotados. Claro está, que esto de identificar a una persona como superdotada está mayormente asociado al campo académico e intelectual.
Sin embargo, ¿Sabías que un sentido amplio y general cada persona es superdotada? Cada ser humano es único y especial. Esto es así por dos razones básicas: Primero, porque todo ser humano es una creación divina. El Dios y Creador del universo nos formó y puso aliento de vida en nuestro ser. El salmista no se equivocó cuando le dice al Señor: Con tus manos me creaste, me diste forma. Salmos 119.73a. Y segundo, porque a cada uno nos hizo con capacidades, dones y talentos únicos.
Cada ser humano posee una o más virtudes que lo hace superdotado. Por eso hay diversidad de capacidades: unos son buenos en el arte, pero otros sobresalen en el campo intelectual; unos son expertos en las matemáticas y otros se distinguen por ser excepcionales en el área de las relaciones interpersonales.
Unos dominan la tecnología y el campo de la ciencia y otros son extraordinarios a la hora de liderar con efectividad un hogar y una familia. Unos sobresalen al trabajar en equipo y otros necesitan que se les deje solos para emprender sus proyectos. Todos tenemos algo especial que el Dios de la vida nos ha regalado. Somos superdotados.
Celebra y transita por la vida alegre y orgulloso de ti mismo, pues eres una persona única y especial. Dios te creó así.
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