Por Amparo Beltrán
BOGOTA, mar 10 (alc ). Con una multitudinaria marcha por las calles de la capital colombiana y la asunción temporal femenina de los gobiernos municipales de la ciudad y sus distritos, se celebró en Colombia el Día Internacional de la Mujer.
En la marcha, las 57 organizaciones femeninas convocantes llevaron pancartas en las que se decía, por ejemplo, «los derechos de las mujeres no se negocian»; «las mujeres somos dueñas de nuestro cuerpo y nadie debe decidir por él»; «las mujeres ganamos la mitad del sueldo de nuestros compañeros».
Estuvo presente la senadora Piedad Córdoba, que ha presentando al Congreso de la República un proyecto de ley sobre derechos sexuales y reproductivos: la legalización del aborto, control de la natalidad y el derecho a vivir en parejas del mismo sexo. Ella dice que seguirá insistiendo hasta lograr que la ley sea aprobada.
Lo más interesante quizá de esta celebración del 8 de marzo en Colombia, es que la Alcaldía Mayor de la ciudad, así como de las 20 localidades que configuran el distrito metropolitano, quedaron en manos de las mujeres y no sólo por ese día sino durante los tres días siguientes. Luis Eduardo Garzón, alcalde mayor de Bogotá, viajó a Washington y dijo que se iba muy tranquilo porque al quedar las mujeres al frente cuando regrese iba a encontrar mejor a la ciudad, por la eficacia que reconoce que las mujeres tienen.
Como paso previo a la celebración, las iglesias cristianas celebraron un encuentro denominado «Espiritualidad desde la realidad». Participaron 63 mujeres de ocho iglesias: menonitas, metodistas, luteranas, pentecostales, católicas, presbiterianas, judeo-mesiánicas y evangélicas independientes. Después de un devocional, se realizó un estudio del libro bíblico de Ruth.
Al concluir la marcha, en la plaza Bolivar, hubo discursos de las dirigentes de las agrupaciones participantes y se gritaron consignas para contradecir el lema del presidente Alvaro Uribe de «trabajar, trabajar y trabajar». Las mujeres queremos «trabajar, vivir y soñar», dijeron las manifestantes y recordaron que en la fecha no celebraban solamente el Día internacional de la Mujer, sino el Día Internacional por los Derechos de la Mujer. Numerosos varones acompañaron la marcha.
Los discursos demandaron empleos con garantías y sin discriminación, leyes que favorezcan el trato igualitario de mujeres y varones, erradicación de las diferentes violencias que se ejercen contra las mujeres en la familia, el trabajo, así como las sexuales. Se denunciaron las privatizaciones de servicios públicos y de las empresas del estado. El acto terminó con un concierto de Petrona Martínez, cantora de música tradicional del Caribe colombiano.
Las mujeres desplazadas por el conflicto, que también marcharon, denunciaron que sufren con mayor incidencia la violencia sexual. Anotaron que el 57 por ciento de los desplazados son mujeres y si se incluye a los niños se llega al 72 por ciento. Pidieron regresar a sus tierras en un ambiente de seguridad.
También se denunció el «terrorismo de Estado», como está sucediendo en San José de Apartadó, donde el Ejército, en días pasados, mató a ocho personas, entre la cuales estaba el líder del pueblo que organizaba la resistencia y la oposición a la presencia de elementos armados en el lugar, de cualquier bando.
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