Muchas veces ignoramos a las personas y lo que tenemos a nuestro alrededor y mas bien nos ocupamos en pensar en las cosas tanto positivas como negativas que nos están pasando, pero que aun así nos desenfocan de la realidad.
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Vivimos muy apurados, agitados, preocupados por tantas cosas que a veces, por falta de confianza en nuestro Dios, las vemos más grandes de lo que son, buscando una solución a lo que ya está solucionado por El.
¿Y qué de aquellos que tenemos a nuestro lado y no hemos tomado el tiempo de decirle «Te amo, eres importante para mí» o decirle, «yo te bendigo todos los días y doy gracias a Dios por el papel que juegas en mi vida?» ¿Has tomado el tiempo para pensar y mirar a quién ahora por gracia tienes a tu lado, y decirle algo bonito? ¿O estás tan ocupado por las situaciones de tu vida que ni habías pensado en eso?
La muerte es algo que nos puede sorprender en cualquier instante. Piensa que la persona que tienes a tu lado hoy, un día podrías levantarte y ya no tenerla contigo. Para entonces dormiría con El Señor y tendrías que conformarte con decirle a un oído que ya no tiene audición «se me había olvidado decirte que te amo».
Hoy recibí una llamada a las 8 de la mañana para decirme que una persona muy importante para mí, había muerto repentinamente. En ese instante lo primero que vino a mi mente fue que había pensado llamarlo la semana anterior y porque estaba tan ocupada no tomé el tiempo para hacerlo. Hoy lamento que ya no podrá escucharme decirle que lo amo.
Hermano no tomes por nada lo que por gracia Dios te ha dado. No pierdas el tiempo. Saca un momento ahora y dile a la persona que aún tienes a tu lado cuánto le amas y cuán importante es para ti. Si tienes seres queridos lejos, toma el teléfono ahora y dile cuán importante son para ti, cuánto los amas, porque mañana podría ser muy tarde.
«En cuanto al amor fraternal, no es necesario que les escriba, porque Dios mismo les ha enseñado que ustedes deben amarse los unos a los otros». 1 Tesalonicenses 4.9 —Reina Valera Contemporánea (RVC)
«Y ahora, ya que se han purificado mediante su obediencia a la verdad, para amar sinceramente a sus hermanos, ámense los unos a los otros de todo corazón». 1 Pedro 1.22 —Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Datos de la autora:
Marieelsie Vega-Candelaria es de origen puertorriqueño. Estudió en CROEM y en la Universidad de Puerto Rico. En la actualidad trabaja en Christian Care Ministry y eXp Realty y reside en Palm Bay, Florida.
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