En agosto del año 2010 la prensa reveló que el famoso actor de Hollywood, Michael Douglas luchaba contra el cáncer. El 31 de agosto del mismo año Douglas, confirmó en una entrevista de televisión que sufría cáncer en la garganta y que la agresiva enfermedad se encontraba en su etapa numero cuatro.
(Imagen: Pixabay)
Michael se presentó en el show nocturno de David Letterman y allí en una entrevista llena de humor y, a su vez, de mucha honestidad, habló de su batalla contra el cáncer y de su experiencia con los tratamientos de radiación y quimioterapia. Y aunque el tema que discutían era serio, lo cierto es que ambos lucían relajados en la conversación. De hecho, en muchas ocasiones rieron e hicieron reír a la audiencia.
El diálogo entre éstos dos famosos de la televisión y el cine llegó a su punto culminante cuando Letterman le dijo a su amigo; “siento que debo hacer algo por ti”. “Dime, ¿que puedo hacer?” Michael Douglas se levantó de su silla y respondió; “solo dame un abrazo”. Y así ambos concluyeron el segmento del programa con un caluroso y efusivo abrazo, mientras la audiencia emocionada los ovacionó con un fuerte aplauso.
¡Qué saludable son los abrazos! Especialmente si estamos pasando por una situación difícil. Hay situaciones complejos en la vida, en las que no existen palabras que puedan tranquilizarnos y brindarnos calma y serenidad. En esos momentos, solo una expresión sincera de cariño puede llenarnos de paz. Cuando atravesamos un problema, un genuino abrazo, sirve como medicina que reaviva nuestro ánimo y energiza nuestro espíritu. Nos recuerda, además, que no estamos solos y que hay gente que camina con nosotros en medio de la adversidad.
Un abrazo, es una muestra de afecto, cariño y amor que resucita la esperanza y le recuerda al que enfrenta una tormenta de la vida, que hay que seguir luchando con la fe y la esperanza de que hay luz al final del camino. En fin, un abrazo tiene la capacidad de hacer la diferencia entre el espíritu angustiado y uno de paz; entre el corazón desesperanzado y uno lleno de aliento y energía, entre una vida que ha perdido la esperanza y otra que continúa luchando con coraje y determinación.
Dios se especializa en abrazos. La Biblia dice que Él nos cubre con sus plumas para que allí encontremos refugio y protección. Salmos 91.4. El Creador de los cielos y la tierra nos ama, y muestra su gran amor por medio de su calor, su cariño, su presencia y su protección. Él nos abraza para que nos sintamos seguros y confiados en medio de las complejidades de nuestra existencia.
Si pasas por una adversidad recuerda que siempre contarás con el calor y el cuidado divino, pero si eres tú quien encuentras alguna persona que lucha con el dolor, la enfermedad o la necesidad….abrázala. Pues, así como Dios te levanta con su abrazo tú tienes la capacidad de hacer lo mismo por otro ser humano. Hay momentos que las palabras no hacen ningún efecto, pero un fuerte abrazo puede hacer la diferencia.
Excelnte , lo citare en mis publicaciones