La tradicional y famosa parada de las rosas se celebra cada año en la ciudad de Pasadena California. El primer día de enero miles de personas abarrotan las calles de la ciudad para ser testigos de este impresionante evento que se caracteriza por las enormes carrozas y el gran colorido de las flores. Se estima que cada año alrededor de un millón de personas asiste al desfile, mientras que muchos millones más la siguen a través de la televisión.
Hace unos años ocurrió algo muy curioso durante este evento. El escenario, como de costumbre, era espectacular. Las carrozas lucían nítidas. La decoración de cada una de ellas era extraordinaria. Para añadir mas sabor al desfile, un sin número de bandas musicales llenaba de hermosa música el ambiente. Cientos de jóvenes de diversas escuelas alrededor de la nación bailaban, cantaban y daban un toque especial al espectáculo. La parada de las rosas había excedido las expectativas de la audiencia.
Sin embargo, repentinamente y sin aviso alguno, el desfile se paralizó. La música y la danza cesaron. Las carrozas también detuvieron su movimiento causando confusión en el ambiente. Inicialmente nadie sabía lo que estaba sucediendo, pero muy pronto se supo la razón: una de las más grandes y preciosas carrozas había detenido su marcha.
Una rápida investigación reveló que el fallo no era de naturaleza mecánica. La inmensa y lujosa carroza llena de todo su esplendor sencillamente se había quedado sin combustible. Alguien tuvo que ser enviado a buscar gasolina para que la parada pudiera continuar.
Me parece que los seres humanos también pasamos por momentos como este. A todos en algún momento se nos ha quedado sin combustible la carroza de la vida. Algunas veces al concluir un día de trabajo. En otras ocasiones nos sucede cuando finaliza una semana de actividades o al acercarse el fin del año. Esta pudiera ser tu situación al cerrar las puertas del año 2011. Posiblemente te sientes físicamente y emocionalmente drenado, cansado, débil y seco. De igual forma pudieras sentir que tu vida espiritual está apagada. El desánimo, el cansancio y la falta de motivación se han apoderado de ti. Tu carroza se ha detenido por falta de energía.
Si al cerrar las puertas al año 2011 has llegado en esa condición te recuerdo que éste es un buen momento para llenar tu tanque de entusiasmo, nueva fuerza, pasión y vida. Aprovecha el cambio en el calendario para reabastecer con energía fresca todas las áreas de tu ser, de forma tal que puedas continuar marchando en el nuevo año con mas ánimo y determinación.
¿Sabías que El Autor de la vida ha prometido renovar las fuerzas de aquellos que confían en Él? La Biblia enseña que Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aun los jóvenes se cansan, se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen; pero los que confían en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán. Isaías 40.29-31.
¡Que extraordinaria promesa! Si depositas toda tu confianza en Él tus fuerzas serán renovadas y recobrarás el ánimo para continuar la marcha. Si te abandonas en sus manos el cansancio y la fatiga serán reemplazados por un poderoso dinamismo que te hará volar y descubrir nuevos horizontes. Serás capaz de elevarte a nuevas alturas y vencer los obstáculos que encontrarás en el capítulo que comienza en el 2012.
Con la llegada del Año Nuevo renueva tus fuerzas en el nombre del Señor de la vida. Que así sea. ¡Feliz Año Nuevo!
Deja una respuesta