Desde que abrimos los ojos al despertar en la mañana, tenemos que tomar decisiones. Algunas decisiones son simples, automáticas que no requieren mucho pensar. Por ejemplo, asearse, vestirse, tomar el desayuno, y seguir con la rutina diaria.
Pero ¿qué ocurre con las decisiones que requieren mucho análisis porque conllevan consecuencias que nos afectan a nosotros o a otros? Por ejemplo, un cambio de trabajo, de vivienda, de matrimonio, de salud, etc.
No hay duda que hay decisiones que debemos tomar y que nos colocan en una encrucijada. Posiblemente la decisión tuvo los resultados que no esperábamos, pero lo que tenía que ocurrir ocurrió, y ahí no termina nuestra vida. No podemos permitir que porque en un momento tomamos una «mala decisión» nos llenemos de inseguridad y temor a seguir tomando decisiones. ¡La toma de decisiones estará presente en nuestra vida siempre!
Esta simpática ilustración te podrá ayudar a meditar en esto.
Un joven llamado Ronald tenía una tía que lo quería mucho y era muy bondadosa con él. En una ocasión ella llevó al joven a un zapatero para que le hiciera un par de zapatos a la medida.
El zapatero le preguntó: ¿Quieres los zapatos puntera cuadrada o redonda? Ronald tartamudeó un poco, él no sabía lo que quería.

(Photo by: pixabay)
El zapatero dijo: «Está bien. Ven por acá dentro de un par de días, me dices lo que quieres y te haré los zapatos». Dos días después, el zapatero lo vio en el pueblo y le volvió a preguntar:
«¿Quieres los zapatos puntera cuadrada o redonda?» Ronald le contesto: «No sé». El zapatero entonces le dijo: «Ven dentro de dos días y tus zapatos estarán listos».
Para sorpresa de Ronald cuando fue a buscar los zapatos, uno de ellos tenía la puntera cuadrada y el otro redonda.
El zapatero lo miró y le dijo: «Esto te enseñará que desde ahora en adelante, no debes permitir que la gente tome decisiones por ti».
Y el joven agregaba: «Aprendí allí mismo a tomar mis propias decisiones, si uno no lo hace, otro lo hará por uno».
¿No sientes la suficiente confianza como para tomar una decisión, ya que tienes miedo de cometer algún error? bueno, pues entonces recuerda que inclusive las malas decisiones pueden ser una excelente oportunidad de aprender.
«Si alguno de ustedes requiere de sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche». Santiago 1:5—Reina Valera Contemporánea
«El temor del Eterno es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia». Proverbios 9:8-9
Corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber.
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