Comparo mi cercanía a mi esposo, en apenas meses de casada. Me entristezco al ver la lejanía en otras parejas, de muchos años juntos. Comparo mi deleite en pasar tiempo con mi esposo, en apenas meses de casada. Me duele ver que otros prefieren pasar tiempo lejos el uno del otro.
(Imagen: Photo by Esther Ann on Unsplash)
Cercanía\ Lejanía
De repente, en alguna pareja de años, se perciben destellos de cercanía. Pero en la mayoría de los casos, se agranda la brecha. ¿Qué pasó? Problemas económicos (él quedó desempleado, ella provee más que él). Problemas de infidelidad (surge un tercer elemento, a veces en toda su extensión, otras solo en amistad, pero finalmente hay un tercero). Problemas espirituales (uno siguió avanzando, el otro se estancó). Problemas afectivos (uno sigue amando, el otro se ha vuelto indiferente). Problemas de ocupación (ya no comparten pasatiempos, objetivos, metas). Cercanía. Lejanía. ¿Quién tiene la culpa? En una relación siempre hay dos.
Cercanía. Lejanía. ¿Hay esperanza?
¿Se puede regresar a la época de recién casados? No se puede. Pero existe algo mejor. Un nuevo futuro, ya no con la inmadurez de los recién casados, sino con el vino añejo de la adultez. La posibilidad de mejorar una relación es posible, solo hace falta voluntad, entrega, compasión. Voluntad. Querer luchar por el ideal del pasado. Entrega. Sacrificio, trabajo, morir a los propios deseos y ver por el otro. Compasión. Porque al final de cuentas, este elemento es trascendental. Implica comprensión, sujeción, misericordia. Cercanía. Lejanía. ¿Dónde estoy? ¿Dónde estás? ¿Dónde estamos? ¿Dónde debemos estar?
Deja una respuesta