«No te jactes del día de mañana; porque no sabes que dará de sí el día.» Proverbios 27:1

(Photo by: Pixabay)
Con mi esposo compartíamos un pensamiento, la ansiedad por alcanzar un sueño o concretar un proyecto moviliza nuestros sentimientos tanto más que el mismo hecho de alcanzarlo. Y es así que vivimos de anhelo en anhelo: conocer una persona, luego casarnos, cuando esto ya es realidad, pensamos que seríamos completamente felices si pudiéramos tener un hijo. Cuando ese hijo llega quizás el sueño sea cambiar de casa o un trabajo nuevo; quizás terminar una carrera universitaria pendiente. Nada es suficiente y nuestro sueño de felicidad parece nunca estar acabado.
Vamos perdiendo la mirada sobre aquellas cosas que sí hemos alcanzado, nos sentimos incompletos. Tantas veces hemos comparado nuestras vidas con un viaje o un camino que transitamos a diario. Siempre estamos con la mirada en el nuevo destino planteado, y no nos detenemos a mirar por la ventanilla las bellas cosas que van sucediendo a cada instante. Estamos pendientes de cuánto falta recorrer y jamás pensamos que una posibilidad es que el viaje se interrumpa.
Hace muy poco tiempo, con mi esposo y mis hijos emprendimos, literalmente, un hermoso viaje de 2500 kilómetros. Al final del mismo también había un sueño y proyectos familiares por concretar. A medida que avanzábamos, decíamos: faltan 1000 Km. para llegar a destino… faltan apenas 700 para llegar a nuestro hogar… sólo 300 más y mañana estaremos desayunando en la casa y en el lugar que tanto soñamos.
La ansiedad por llegar era, creo, mayor que la felicidad de verse concretado el sueño. El hecho es que jamás llegamos… 150 Km. antes un accidente le puso fin al viaje y mi esposo partió a la presencia del Señor.
Hoy me miro, observo a mis hijos y repito: cada día trae su propio afán.
Poner nuestros ojos sólo en el futuro, en los planes (¡que sin lugar a dudas son necesarios y marcan una senda!) no nos permite mirar y disfrutar el paisaje cotidiano, aquello que Dios nos está dando en este preciso instante.
¡Disfrutemos del viaje!
Deja una respuesta