Bo Jackson, el prodigioso atleta que alcanzó la excelencia en el fútbol americano y el béisbol profesional, tuvo que luchar con gran cantidad de veteranos experimentados que por experiencia «sabían» que a nadie le sería posible triunfar en dos deportes. «Te acuerdas de Gene Conley, Danny Finge y Dave De Busschere?» le decían a Bo. «Ellos trataron de dedicarse a dos deportes profesionales y tuvieron que renunciar a uno».

(Photo by: Unplash)
La respuesta de Bo? fue…«Siempre nos encontramos con personas que tratan de dirigir nuestra vida y decirnos qué podemos y qué no podemos hacer. Esto no está bien. Uno simplemente tiene que hacer lo que pueda y no debe preocuparse por lo que digan los demás». Bo les pudo demostrar a los veteranos su equivocación triunfando tanto en el fútbol como en el béisbol.
Con Dios siempre hay sorpresas. Una de las cosas que más me sorprende de Dios es que no lo podemos meter en una caja. Cuando una vida se pone en las manos de Dios, él puede llevarlo a ocupar posiciones que nunca nadie imaginó y abrirle puertas que nadie le abrió. Lo importante es saber que si confiamos en Dios y creemos en los dones que él ya nos ha dado, podemos ir adelante no importa lo que diga la experiencia de otros, ni la cultura ni nuestro trasfondo familiar. Con Dios cada día es una nueva aventura.
Los expertos no siempre tienen la razón…Dios siempre la tiene.
• »¿Y de quién te asustaste? ¿Quién te hizo sentir tanto miedo, que fuiste falsa conmigo? ¡No te acordaste de mí, ni me tuviste en tus pensamientos! Isaías 57:11—Reina Valera Contemporánea (RVC)
• ¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. Miqueas 6:8——Reina Valera Contemporánea (RVC)
• Entonces, Jesús le dijo: «¡Ah, mujer, tienes mucha fe! ¡Que se haga contigo tal y como quieres!» Y desde ese mismo instante su hija quedó sana. Mateo 15:28——Reina Valera Contemporánea (RVC)
La pregunta es: ¿cuánto mide tu fe?
Te invito a pensar en esta historia…Cuentan que un día, muy temprano, un hombre salió a pescar muy contento y lleno de ánimo pues presentía que pescaría mucho. Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca. Así que se montó en su bote, comenzó a remar y llegando no muy lejos de la orilla, se detuvo y lanzó el ancla.

(Photo by: Unplash)
Tranquilamente se dispuso a preparar el hilo y la carnada, pero antes de comenzar a pescar se puso en pie y comenzó a hacer una oración a Dios dando gracias por un día tan precioso y declarando la gran pesca de ese día.
Acto seguido, comenzó a pescar pero mientras pescaba, a pocos metros de distancia, había una persona observándolo con mucha atención. Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo medía y decía: «Este mide 15 centímetros»; lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando. Luego saca otro pez, y haciendo lo mismo dijo: «Este mide 16 cm.»; lo echa en la cesta y continúa su pesca.
El observador nota que el próximo pez que el pescador saca era bien grande, más del triple de los que había sacado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: «Este mide mucho», al tiempo que lo devuelve al agua.
Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo que llamó la atención de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar acercándose sutilmente al bote. Entonces saludando al pescador le pregunta: -«He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua. ¿Por qué siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor medida?
-El pescador contestó: «Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros».
A veces pedimos a Dios grandes bendiciones y no estamos preparados para recibir todo lo bueno que Él tiene para nosotros. Debemos expandir nuestra mente para poder recibir las cosas grandes que Dios nos tiene preparadas.
¿Cuánto mide «tu sartén»? ¿No crees que ya debes agrandarlo?
Deja una respuesta