A menudo, soñamos deseamos y planificamos, metas. Metas, tras las cuales marchamos a veces, contra viento y marea, para poder lograrlas.
Trabajamos para ello, sufrimos, cargamos a veces por mucho tiempo, meses, años, etc, con pensamientos, luchas y stress, los cuales se desprenden a raíz de dichas metas.
Vivimos día tras día, con nuestros pensamientos dirigidos hacia dicha meta; en ocasiones, descuidando y dejando de dar importancia a detalles “aparentemente pequeños”, que a diario nos acompañan, y conforman nuestro diario vivir.

(Photo by: Unplash)
Muchas veces contamos, con grandes metas; pero, pocas veces tenemos bien definido el propósito de dicha meta; y a veces mucho menos tenemos un enfoque claro de las consecuencias o beneficios, que arrojaran tales metas.
Muchos persiguen ganarse la lotería; otros comprarse una buena casa; algunos, obtener el carro de sus sueños; una gran mayoría, tener una buena cuenta de banco; otros, recorrer el mundo; algunos, poder verse realizados como profesionales, etc. Para los cuales, un día ver conseguir abrir tales puertas, se convertiría, en la mejor y mayor noticia de ese día, y por consiguiente para su vida!
De seguro, yo entraría en algún renglón de los que he mencionado! Pues también contamos, con planes, metas y propósitos, los cuales deseo fervientemente alcanzar!
Pero, un simple hecho, de los que a diario descuidamos, como dije en el tercer párrafo; puede llegar a cambiar nuestra visión de ver las cosas; determinando así, “¿Qué podría realmente resultar ser la mejor noticia del día?”
Un reciente cuadro familiar, no imaginado, e inesperado, transformó nuestros puntos de vistas; sin dejar de visualizar planes, metas, y propósitos; pero, sí al grado de poder determinar que puede resultar ser “La mejor noticia del día”. La cual “no necesariamente será” la que por tiempos y tiempos, venimos pensando será la que dará un giro y vuelco total a nuestras vidas; sino, ¡la que sea capaz de producir paz y estabilidad emocional, en un momento dado!
Por largo tiempo has estado tratando de ganar la lotería; o de adquirir las casa de tus sueños; o de recorrer el mundo; pero, de repente visitas el doctor, y recibes la noticia de que un cáncer vigila tu vida, o que has perdido o perderás un ser querido. De seguro, en ese mismo momento, el hecho de querer ganar la lotería, empieza a perder importancia, y de inmediato pasa a un segundo plano, dejando de ser “La noticia del día” el cumplimiento de dicha meta; y automáticamente tomando su lugar “La GRAN noticia de saberte sana, o impedir la pérdida de ese ser querido»; llegando a convertirse justamente en “La noticia del día”, para tu vida.
¡Revisemos, nuestras prioridades! Nuestros propósitos siempre nos ayudarán a determinar nuestras prioridades! Al final de todo, ¿cuáles son mis propósitos? ¿Perseguiré yo propósitos de bienestar? ¿propósitos los cuales me produzcan paz?
** El secreto de nuestro contentamiento, no estará jamás en obtener lo que deseamos; sino, en redefinir lo que realmente necesitamos, para culminar una vida exitosa en todo el sentido de la palabra! Esto significaría; que no solamente me abarcaría a mí; sino, que esto incluiría, a cada ser humano que se cruce en mi camino! En otras palabras; “¡Que con mi vida, yo pueda ser de bendición para otras vidas”!
Definamos de una vez por todas: Cuál podría resultar ser, “La mejor noticia hoy, ¿para mi vida”?
Dediquémonos a perseguir y a accionar de formas correctas, los planes, metas, objetivos, y propósitos de nuestra vida; los cuales nos llevarán por un largo y fascinante viaje por la vida.
• Es la bendición de Dios, la que determina las posibilidades del hombre.
• Podemos sentirnos inundados de paz; aunque no hayamos recibido respuesta a ninguna de nuestras interrogantes.
• Recordemos que: “La vida es como una moneda, uno puede gastarla de la manera que quiera; pero, la gasta ¡solo una vez!
Bendiciones Mil!!!!
Por: Lissandra Paredes (Lissa)
http://raffylissa.blogspot.com
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