Los problemas amenazan con robarnos la paz, especialmente cuando la crisis económica toca a nuestra puerta y nos impide no solo resolver las necesidades inmediatas del hogar y el bienestar de la familia, sino aquellas que abarcan la salud cuando la enfermedad toca también a la puerta. Ir a buscar comida al fiado nunca fue…
¿Puedes controlarte cuando te ofenden?
El resentimiento que puede provocar una ofensa es destructivo; complica la vida y arruina las relaciones. Sin embargo, debemos aceptar la realidad de que no podemos existir aislados del mundo.
¡Cuán necesario es un abrazo!
El abrazo es como la flor. Un ratito, no más. Pero te deja el color de la belleza, el gusto por seguir viviendo. Las cosas no pueden abrazarnos, pero en el abrazo nosotros nos hacemos personas, humanos.
¿Hay algo que te encadena?
Cada uno de nosotros somos un poco como el elefante del circo: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. La única manera de arrancarnos nuestras ataduras es intentando de nuevo y poniendo en el intento toda nuestra fe en nuestro Creador.
¿Qué es fácil y qué es difícil?
Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica. Difícil es ocupar el corazón de alguien…
No te des por vencido
Henry Drummond dice: «No pienses que no pasa nada, simplemente, porque no ves tu crecimiento, o no escuchas el zumbido de los motores. Las grandes cosas crecen silenciosamente». No te des por vencido pues hay pocas alegrías más grandes que la bendición de invertir fielmente amor y tiempo en las vidas de otras personas.
¡Disfrutemos del viaje!
Poner nuestros ojos sólo en el futuro, en los planes (¡que sin lugar a dudas son necesarios y marcan una senda!) no nos permite mirar y disfrutar el paisaje cotidiano, aquello que Dios nos está dando en este preciso instante.