Una de las organizaciones más antiguas de la humanidad es “El Club” si bien es cierto que no se inició con ese nombre, la idea original fue la de reunirse entre personas que tenían un interés común para compartirlo, llámese amistad, deporte, negocio, ayuda social, política etc.
Dios nos creó con la necesidad de comunicarnos con otros seres humanos y qué mejor si lo hacemos con aquellos que piensan igual, tienen los mismos intereses, gustos y están dispuestos a comprometerse por un bien común.
La idea de crear un club organizado donde todos participan con una cuota mensual es sensacional ya que nos permite disfrutar de cosas que jamás las podríamos tener sin una comunidad de por medio. No solo puedo tener las cosas que tiene un multimillonario, sino que socializo con muchos al ser miembro.

(Photo by: Pixabay)
Por un pago inicial de 150 US y una cuota mensual de 30 US puedes ser miembro de un fabuloso gimnasio de última tecnología como por ejemplo el Golds Gym aquí en USA. Tiene decenas de máquinas cardiovasculares, tonificadoras de todo tipo de musculatura, pesas, canchas de squash, raquet, piscina, basquet, etc, etc, todo por US 30 al mes. ¡Qué gran idea!
Dios tuvo desde la creación la idea del «gran club»: La nueva vida de los cristianos y este se está formando a un ritmo impresionante en estos tiempos, derrumbando toda religión, creencia, barreras raciales, fronteras y retornando a la idea original donde se comparte un planeta viviendo en paz y armonía, cuidando nuestro hogar y supliendo las necesidades de nuestro prójimo.
Génesis 1:26-28
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Este es el único club que está abierto a todos, donde no hay descriminación racial, social, religiosa o de cualquier tipo. Todos son aceptados, especialmente aquellos que nunca son recibidos en el precioso club de la fotografía de este artículo.
Este club es ilimitado, no hay que renovar membresías, no te cuesta nada, es un club eterno, te vinculas con el Creador del club, el que te da todo lo que necesitas y mucho más, te cubre de todo dolor y angustia. Él coloca su DNA dentro de ti, está presente en cada célula y fibra de tu cuerpo, te da la capacidad de pensar con sus pensamientos de bienestar, proactividad, triunfo, gozo, bondad, generosidad y ¡amor!
¿Por qué hay tan pocos socios en este club? Porque no hay suficientes miembros que puedan contestar las preguntas clave a los interesados:
Preguntas:
• ¿Tengo que pagar algo? No no tienes que pagar nada, Mi hijo se hizo cargo de tus pagos ¡para siempre!
• ¿Tengo que hacer algo? No, Él ya lo hizo todo, ¡no es por lo que hagas tú!
• ¿Tengo que dejar de hacer algo? Dentro del club, ¡ya no estarás bajo el dominio de nada! Serás liberado de toda atadura y esclavitud a las cuales estuviste expuesto afuera!
• ¿Puedo salirme cuando quiera? Será casi imposible cuando experimentes sus beneficios y si te sales regresarás, ya que mi hijo te buscará hasta encontrarte.
• ¿Cuáles son las leyes que rigen el club? Ninguna, todas fueron abolidas por mi hijo. El ambiente está lleno de amor y tú eres parte de él!
• ¿Por cuánto tiempo puedo estar? ¡Por toda la eternidad!
• ¿Dónde queda el club? Tú eres el club. ¡Hemos hecho morada en ti!
• ¿Cuándo puedo entrar? Es tu decisión, sólo tienes que abrir la puerta.
Juan 14: 22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo? 23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
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