Un motivador estaba dando una conferencia a un grupo de profesionales. De pie frente a un auditorio de gente muy exitosa, con la intención de esclarecer un punto les dijo:
«Quisiera hacerles un pequeño examen…»
Photo by Aditia Chinchure from Splash
De debajo de la mesa sacó una jarra de vidrio, de boca ancha y lo puso sobre la mesa frente a él. Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro. Cuando el jarro estuvo lleno hasta el tope y no podía colocar más piedras preguntó al auditorio: «¿Está lleno el jarro?»
Todos los asistentes dijeron que sí. Entonces insistió diciendo: «¿Están seguros?…y sacó de debajo de la mesa un balde de piedras pequeñas. Echó un poco de piedras en el jarro y lo movió haciendo que las piedras pequeñas se acomodaran en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hubo hecho ésto preguntó una vez más.
«¿Está lleno el jarro?»
Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría y uno de los asistentes dijo en voz alta «Probablemente no».
«Muy bien» respondió el expositor.
Sacó de debajo de la mesa un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y pequeñas. Una vez más preguntó al grupo: «¿Está lleno el jarro?»
Estra vez un grupo de ellos respondieron a coro: «¡No!»
Una vez más el expositor dijo: «¡Muy bien!» y sacó una jarra llena de agua y echó agua en el jarro hasta llenarlo.
Cuando terminó miró al auditorio y preguntó: «¿Cuál creen que es la enseñanza de esta demostración?» Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: «La enseñanza es que no importa cuán lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas».
«Aunque eso es cierto, no es necesariamente lo que quería ilustrar», contestó el expositor. «Esta demostración nos enseña que si no pones las piedras grandes primero, no podrás ponerlas en ningún momento».
Así que… ¿cuáles son las piedras grandes de tu vida?:
tu familia, tu fe, tu educación, tu negocio, tus finanzas, tu vida espiritual? Si no pones esas piedras grandes como primera prioridad en tu vida, jamás encontrarás lugar para ellas.
¿Cómo está tu lista de prioridades? ¿Está primero lo Primero en tu vida? ¿Hay espacio para pasar tiempo con Dios y escuchar su voz? Recuerda, no olvides lo principal.
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