«Dad gracias en todo…» 1 Ts 5.18
Este texto, aparentemente es muy difícil de poner en práctica. ¿Gracias en todo? ¿Cómo Señor?

(Photo by: Pixabay)
A mi vida han llegado y siguen llegando cosas que desean quitarme el gozo, que dañan mi mente, que destrozan mi corazón sin siquiera mencionar las enfermedades que minan mis fuerzas y aniquilan mi físico causando dolores tremendos. ¿Acaso aquella persona que escribió estas palabras inspirado por ti, lo hizo solamente por inspiración o tenía un haber de experiencia como respaldar lo que escribía? ¿Podía tener un espíritu de agradecimiento en todo lo que sucedía? Estas palabras fueron dichas por el apóstol Pablo. Quiero mencionar algunas cosas por las que pasó quién escribió «dad gracias en todo». Leer 1 Co 4.11-12; 2Co 6.3-10 y 2 Co 11.23-33
Es interminable la lista de sufrimientos que pasó el apóstol, creo que podemos decir que las pasó todas, sin embargo, cuando escribía a los hermanos de Tesalónica les instaba a dar gracias en «todo». Pero ¿es posible dar gracias aun por las cosas negativas que nos suceden? El apóstol tuvo muchas cosas negativas y dolorosas. Yo no sabría decir qué fue lo peor que pasó. ¿Quizás sería la soledad? ¿Las largas y frías noches que pasó en la cárcel? Solo Dios sabe, pero él estaba agradecido a Dios.
Según Pablo era necesario dar gracias en «todo», porque «… esta es la voluntad de Dios». O sea, que Dios quiere que seamos agradecidos. ¿Tienes idea de por qué? Un corazón agradecido nos libra de muchas cosas y nos brinda muchas otras. Por ejemplo, el agradecimiento produce gozo, el gozo nos hace sonreír y sentimos confianza y paz en el Señor, nos quita el ceño fruncido, las tensiones y nos permite sobrellevar las cargas que nos oprimen, con su fortaleza y poder.
El dar gracias nos ayuda a dejar todas las quejas y resentimientos, cambiando nuestros «por qué en para qué». Hace que nuestras vidas sean un vivo testimonio de lo que Dios puede hacer en nosotros en medio de tantos problemas y dificultades. Esto nos ayuda a ser más comprensivos y cariñosos con aquellos más jóvenes y débiles que están sufriendo y nuestra experiencia les sirve para saber que en Dios está la fortaleza para seguir adelante. Sí, es la voluntad de Dios que seamos agradecidos en «todo». Siempre digo que aunque somos hijos de Dios, no estamos exentos del sufrimiento o problemas, de tristezas y sinsabores, pero la ventaja que tenemos con relación a los que no son hijos de Dios es que Jesús está con nosotros en todo momento, produciendo en nuestro interior el espíritu de gratitud, a pesar de todo lo que suceda a nuestro alrededor.
El dar gracias nos ayuda a crecer en la fe y relación con nuestro Dios, es en ese momento cuando lo conocemos de otra forma y experimentamos que su presencia es real y posible, aun en esa adversidad. ¿Es posible dar gracias en «todo»? Comencemos en estos momentos a agradecer a Dios por nuestros problemas y sinsabores, agradecerle a pesar de nuestro dolor y de lo incomprensible que éste sea. Hagámoslo de todo corazón y veremos que comenzamos a relajarnos y a regocijarnos en el Señor. Nuestras tensiones aflojarán y un nuevo cántico inundará nuestro ser, el problema no se achicará, pero creceremos en gozo y confianza en el Señor.
Autores: Amelia Nonini y Juan Arregín. Argentinos radicados en Tucson, Arizona. Misioneros al pueblo hispano. Autores de dos libros devocionales enfocados a los adultos mayores.
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